¿Qué es Meridiano?

Somos un instituto de estudios e intervención política que trabaja para acelerar la transición ecológica y energética, la descarbonización de nuestra economía y nuestra vida cotidiana, la mitigación de los peores efectos del cambio climático y una adaptación justa y liberadora a la nueva realidad climática del planeta.

Trabajamos con distintas organizaciones —instituciones públicas, partidos políticos, sindicatos, agrupaciones de la sociedad civil, ONG, cooperativas y empresas de energías renovables— para construir un proyecto progresista que, aun asumiendo la diversidad, las diferencias y las contradicciones a menudo insalvables entre todas ellas, sepa darles cabida y les ofrezca una senda común por la que transitar hacia un futuro más democrático y climáticamente seguro.

¿Por qué nace Meridiano?

El instituto se funda en 2025 para ayudar a pensar, planificar y construir de manera tangible un futuro justo y descarbonizado en un planeta estable.

Frente a la derecha y la extrema derecha fósil o negacionista, a los proyectos más paralizantes que a menudo permean el espacio progresista, o a la tendencia a relegar la crisis climática a un papel políticamente secundario, es necesario edificar un proyecto que reconozca tanto el peligro del momento en el que vivimos como las posibilidades de transformación y avance que tenemos a nuestro alcance.

Por ello, queremos colaborar en la puesta en marcha de unas coordenadas climáticas comunes para organizaciones y actores progresistas, y en el desarrollo de políticas públicas que las materialicen y las hagan germinar y prosperar en todas las esferas de la sociedad.

Nuestras coordenadas

Es necesario acelerar el proceso de descarbonización de nuestra economía mediante la aceleración de la transición energética, la electrificación de nuestra vida cotidiana y la implantación extensa de una infraestructura renovable en todo el país, tanto en proyectos grandes y ambiciosos —para lo que bastaría un pequeño porcentaje de todo el territorio— como en otros comunitarios y de cercanía. Este proceso de descarbonización y electrificación, que en algunos sectores está muy avanzado y en otros apenas se ha iniciado, ha de agilizarse todo lo posible. Existen muchos conflictos derivados de esta necesidad y de su implementación real. Nuestro objetivo es que, sin detener este avance, todo ello se resuelva con un impulso decidido de los poderes públicos y con criterios de cooperación, compensación y democratización profunda de la economía.
Aunque el futuro pueda parecer hoy una promesa oscura, siempre ha estado y siempre estará en nuestra mano darle otra forma y otro sentido. El cambio climático nos obliga además a construir un mundo nuevo adaptado a una realidad distinta. Un impulso público renovado y potente en la transformación de las infraestructuras (electrificación de la vida, implantación de renovables, transporte público), la economía (reducción de la jornada laboral, descarbonización de los procesos de trabajo, reindustrialización verde, fiscalidad progresiva) y la sociedad (climatización de edificios, alimentación saludable, seguridad sanitaria) es la mejor manera que tenemos hoy en día para construir y garantizar ese mundo nuevo.

El cambio climático ya no es una amenaza futura, sino la realidad en la que vivimos, repleta de fenómenos meteorológicos extremos, imprevisibilidad en los pronósticos e inseguridad. Esto puede ser fuente de numerosas catástrofes sociales, pero también es posible que la coordinación entre los diferentes poderes públicos y actores sociales y económicos produzca políticas públicas que adapten nuestra vida a la época en la que vivimos. Es necesario transformar nuestras prioridades sociales y económicas, nuestras ciudades y pueblos, nuestros territorios y nuestra organización del tiempo, a una realidad climáticamente distinta, y hacerlo con un reparto justo de costes y beneficios.

La urgencia impuesta por la crisis climática está transformando ya —y, si no es así, debería estar haciéndolo— buena parte de nuestras certezas y horizontes políticos. El campo progresista, que en las últimas décadas ha estado en un retroceso claro y generalizado, ha de recobrar el impulso que le permita afrontar de manera contundente la severidad de la crisis. Ello no pasa por un cierre identitario, sino por la apertura, la inclusividad y el diálogo entre actores muy diversos, incluso aparentemente irreconciliables. Uno de nuestros objetivos es colaborar en que se sienten las bases y se generen los canales para que se produzca un diálogo fructífero y estable entre todos aquellos agentes implicados en el reto de la transición ecológica, tanto a nivel estatal como a nivel local.

No solo queremos ofrecer unas coordenadas a distintas organizaciones ya establecidas, sino que aspiramos a que dichas coordenadas se transformen en un proyecto climático de futuro en el que se reconozca toda la población progresista y sus organizaciones: un futuro descarbonizado, climáticamente seguro, de instituciones públicas robustas y cuidadas y en el que no solo esté garantizada la supervivencia en un planeta más caliente, sino que lo esté en condiciones de más felicidad, igualdad y democracia.

Equipo

José Luis Rodríguez

Responsable de organización y del área de relaciones institucionales


   

Cofundador y coeditor de la revista Corriente Cálida. Durante más de diez años ha trabajado como editor en diversos sellos en español. Ha participado en distintas escuelas de ecología política y política climática, tratando temas como la política de clases o las nuevas formas estatales ante la crisis climática. Sus investigaciones para Meridiano se centran en innovaciones institucionales, el papel de la extrema derecha ante la crisis climática y el rol de China en la transición ecológica global. Ha escrito en medios como laU Climática. Se encarga además de la coordinación del instituto y de las relaciones de Meridiano con otras instituciones y organizaciones políticas y de la sociedad civil.

Xan López

Responsable del área de análisis económico y nuevas tecnologías

 
     

Cooperativista y cofundador y coeditor de la revista Corriente Cálida. Ha militado durante años en los movimientos sociales, en especial en la lucha contra el cambio climático en colectivos como Contra el diluvio, del que también fue cofundador. Sus investigaciones para Meridiano se centran en la economía de la transición ecológica, la política internacional y las nuevas tecnologías. Es autor del libro El fin de la paciencia. Un ensayo sobre política climática (Anagrama, 2025) y ha colaborado en medios como El País, elDiario o Público, entre otros. También escribe ocasionalmente en su newsletter Amalgama.

Emilio Santiago

Responsable de investigación científico-social y relaciones académicas


   

Doctor en Antropología y científico titular del CSIC, en una plaza de investigación en antropología climática. Activista ecosocial y fundador del Instituto de Transición Rompe el Círculo. Ha sido docente en la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Zaragoza y en el Programa de Estudios Independientes del MACBA de Barcelona. Entre 2016 y 2019 fue director técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Móstoles, y en el año 2020 asesor parlamentario de Más Madrid en la Asamblea de Madrid. Es autor de numerosas publicaciones sobre crisis y transición ecológica; las más reciente, Contra el mito del colapso ecológico (Arpa, 2023).

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